Yo elegí que no quería otros brazos que me rodearan la cintura, ni otros labios que me besasen cuando menos me lo esperaba, tampoco otras manos que acariciasen mi pelo, mi cara, mi cuerpo. Elegí que fueses mi locura y mi cordura. Elegí hacerme adicta a tus miradas, a tus pequeñas y adorables manías, a tu risa, a tu forma de hacer las cosas. Elegí ser Adicta a ti.
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